La biblia nos habla claramente sobre todo tipo de pecados, el pecado sexual no es la excepción. El pecado es concebido en nuestros pensamientos.
La lujuria y adicción a la pornografia es una mente que se ha encargado de alimentar estos bajos instintos y dar rienda suelta a los más bajos deseos, hasta hacer de la mente un completo basurero. Aunque muchos de nosotros no luchamos con ese tipo de problemas si debemos estar claros en que no estamos exentos de caer, dar rienda suelta a un pensamiento sexual o un "inocente coqueteo" puede parecer inofensivo, pero la verdad es suficiente para traspasar la línea de respeto a nuestro cónyuge o romper nuestros votos matrimoniales. Si estas a punto de traspasar los límites considera: las consecuencias de un ligero desliz y momento de placer pueden costarte años de matrimonio o tu familia. En el libro de proverbios 6:32-33 nos dice el que comete adulterio es un necio total, porque se destruye a sí mismo.
Será herido y deshonrado.
Su vergüenza no se borrará jamás.
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