Todo este año puede haberse sentido como un borrón, una pesadilla o como un garabato desordenado en un trozo de papel.
Nuestras ideas de celebración a nivel mundial pueden haber cambiado o, al menos, evolucionado con la constante amenaza de una pandemia, los disturbios políticos y los cambios ambientales.
EMMANUEL — DIOS CON NOSOTROS es el mayor regalo dado a toda la humanidad. Esto es real hoy más que nunca. En toda esta ardiente incertidumbre, lo único constante es CRISTO y su interminable amor por su creación. Incluso en medio de nuestro sufrimiento, ansiedad y preguntas Él sigue siendo DIOS y ha prometido estar con nosotros por la eternidad.
Desafortunadamente, todos nos hemos visto atrapados en nuestras propias vidas y nos encontramos lentamente pero seguramente a la deriva de nuestro Creador. Discutimos sobre política, cultura, degradación moral y temibles plagas, pero no nos hace que caigamos de rodillas ni nos acerca a DIOS como debería. Así que tal vez podríamos tomarnos un tiempo para celebrar a un DIOS que está con nosotros y que, en medio del distanciamiento social y el aislamiento, no nos ha abandonado ni un segundo. Tal vez podríamos recordar que Él tiene planes no para hacernos daño, sino para darnos una esperanza y un futuro incluso en este mundo roto en el que vivimos. Tal vez deberíamos renovar nuestra relación con este DIOS dedicándole más tiempo en la oración y a su Palabra. Tal vez, deberíamos celebrar la llegada de la Luz del Mundo siendo verdaderamente LUZ en nuestro mundo en todo lo que podamos, grande o pequeño.
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