La fe está claramente definida en las escrituras como la certeza de lo esperamos y la convicción de lo que no vemos. Si nos acercamos a Dios debemos hacerlo con fe, creyendo que El existe aunque no podamos verlo.
Nuestra fe debe ser renovada día a día, esto sólo se logra si invertimos nuestro tiempo en la lectura y meditación de la Palabra y poniendo nuestra fe en acción al tomar el consejo de Dios.
El Señor Jesús contó una historia de un juez injusto y una viuda que recurría continuamente a el en busca de justicia, este juez injusto decidió hacer justicia a la viuda por su continua insistencia, Dios es lo opuesto a este juez, ya que la Justicia es una de sus cualidades, el Señor usa este ejemplo para alentarnos a orar siempre sin desanimarnos. Lo curioso de esta historia es que termina con una pregunta: Pero cuando venga el Hijo del Hombre, hallará fe en la tierra?
Nuestra cómoda vida moderna nos ha llevado a obtener lo que necesitamos con sólo dar un clic y la multiplicación de la maldad en los corazones hace que el amor de muchos se enfríe y que pocos crean en Dios.
Cómo está hoy su fe?
Atrevámonos a creer en Dios y en sus promesas, persistamos en la oración y confiemos en su Justicia, iniciemos nuestro día en oración, creyendo que El es galardonado de los que le buscan con un corazón sincero.
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