ESCRITURA:
Reflexion:
En una ocasión, un hombre llegó a una aldea y le preguntó a un anciano que vivía allí: “¿Ha nacido aquí algún gran hombre?” Y el anciano le contestó: “No, sólo bebés.” ¡Los grandes hombres no nacen, los grandes hombres se forman! El invertir en las vidas de otros, El compartir su amor, El mostrar sus misericordias ese es nuestro llamado, es derramarnos en las vidas de otros para la gloria de Dios. No existe ninguna fórmula mágica que nos santifique de inmediato. La santificación es un proceso.
QUE PUEDO HACER:
¿Cómo puede mostrar las misericordias del Señor a un compañero de trabajo o vecino no creyente? Ore al respecto y luego observe cómo Dios le dará la oportunidad.
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