El despertador suena. Vas despertando lentamente, abres los ojos y finalmente sales de la cama. Agarras el móvil, y te dispones a consultar los mensajes, las noticias o a sencillamente surfear por las redes sociales… o, quizá, haces otra cosa: *¡leer la Biblia!*
Esa es una buena elección =) Lo has comprendido, hoy la pregunta es: ¿qué es lo primero que has leído esta mañana? ¿Las noticias del mundo o las del Reino de Dios? No digo que no haya que estar al corriente de lo que pasa en el mundo, al contrario, es solo que es importante llenarnos primeramente con aquello que Dios dice a través de Su Palabra.
¿Qué es lo que quiere decir? ¿Qué siente? ¿Qué tiene pensado para nosotros? Y, sobre todo, ¿quién es? Todo esto se encuentra en su Palabra. Imagina la lectura de la Biblia como si fuese la búsqueda de un tesoro, en la cual tienes que encontrar las pepitas de sabiduría y de fuerza que necesitas para hoy.
¡Nada se puede comparar a la fuente de todas las fuentes de sabiduría: la Biblia!
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