Los caminos de la ofensa, falta de perdón y resentimiento están cargados de peregrinos débiles, sin gozo, cansados y llenos de amargura que transitan una y otra vez por el mismo camino.
Hoy es un gran día para examinar nuestro corazón, traigamos a memoria esos momentos cuando nos han insultado, ofendido, tratado con desprecio e injusticia, volvamos a revivir esos momentos y veamos que sale del corazon: será venganza, resentimiento, ira, enojo, impotencia... Quizás nos sorprendamos, quizás aún duela recordarlo.
Es posible que otros nos den la razón de guardar resentimiento, e incluso odio por el daño que hemos recibido.
Pero Dios que es Sabio y Santo nos ofrece una vida abundante, atendiendo hoy a la ley de la libertad a través del perdón, donde pocos peregrinos pueden llegar; acá encontraremos los pastos delicados donde podremos descansar.
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