Sin duda Dios conoce todo de nosotros, los pensamientos más íntimos no le son ocultos.
La religión nos ha hecho creer que la oración requiere un tiempo y un espacio específico, si bien es cierto que necesitamos ese tiempo de intimidad con el Señor, preguntémonos ¿que del resto del día?
Mientras trabajamos fuera o en casa, mientras estamos en la escuela mientras esperamos haciendo fila en un banco, mientras cocinamos, todo este tiempo puede ser bien invertido. La biblia nos dice en 1 Tesalonicenses 5:17 qué oremos sin cesar. ¿Como podemos hacer esto en nuestra ocupada agenda?
A través de pensamientos susurrantes.
Ofrece hoy oración incesante a través de tus pensamientos, te sorprenderás de los cambios que trae a tu vida.
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