top of page
Buscar
Foto del escritorGabriela Lizeth Figueroa

MUERTO, PERO AÚN MORTÍFERO



El relato épico sobre David y Goliat es una de las historias más conocidas de la Biblia. A un lado del valle de Elá se encuentra el ejército filisteo, con su campeón de 2,7 metros de altura llamado Goliat. Al otro lado del valle se encuentra el ejército israelita, acobardado en su temor, bajo el liderazgo de su rey, llamado Saúl. Durante cuarenta días, Goliat se ha estado burlando de los israelitas, a quienes ha mantenido dominados por el temor. Día tras día, los ha estado retando para que envíen a un soldado que se enfrente con él de hombre a hombre. Pero hasta este momento, nadie se ha ofrecido.

 

Tal vez tú te puedas identificar con los apuros de los israelitas. Hay algún gigante que está de pie frente a ti, burlándose de ti, acosándote e insultándote. Tal vez sea el miedo. O tal vez la ira. Es posible que sea una sensación de rechazo. O que sea el gigante taimado, pero demasiado familiar, de la comodidad, que te está empujando a vivir para algo inferior. Hasta es posible que se trate de una adicción. 


Cualquiera que sea el gigante que hay en tu vida, día tras día te ha estado robando poder. Has tratado de parar las burlas, pero te sientes inmovilizado, Reprimido, Paralizado sin poder avanzar. En última instancia, sabes que no estás viviendo la plenitud y la libertad de vida que Dios quiere para ti. 


La buena noticia es que Dios ha abierto un camino para que caigan esos gigantes. Todo comienza cuando crees que, a pesar de que el gigante contra el cual peleas es grande, no es más grande que El Señor Jesús. De hecho, Él ya ha derrotado a los gigantes que hay en tu vida. Cuando Él vino a esta tierra, soportó el infierno para ti en la cruz y se levantó de la tumba para que tú te pudieras quitar de encima la perspectiva de una vida destinada al fracaso. Vino para liberarte de los gigantes que se levantan contra ti y te tienen paralizado de temor. 


Si realmente quieres ver la victoria sobre los gigantes que haya en tu vida, es necesario que comprendas que dependes de la suficiencia total de Jesucristo. La victoria depende por completo de que confíes en Cristo y no de que trates de triunfar tú mismo. Para dar el primer paso contra tu enemigo muerto, pero aún mortal, tienes que hacer este cambio de paradigmas en tu mente. Cristo es la única fuerza que produce un cambio. 

17 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


Post: Blog2_Post
bottom of page