Sobre la puerta de la iglesia a la que asistía un de niño decía: “Jehová está es su santo templo; calle delante de Él toda la tierra.” Él erróneamente lo interpretaba que había entrado al santo templo y debía actuar religioso.
NOSOTROS SOMOS EL TEMPLO DE DIOS, no un edificio de ladrillo y cemento. A dondequiera que vayamos, cualquier cosa que hagamos, debemos hacerlo todo en el nombre de Jesús. Lo secular debe ser SANTIFICADO para que JESÚS sea GLORIFICADO en todo. Porque Él vive en nosotros, todos los días deben ser sagrados, no solamente los domingos. La vida espiritual es 24 horas al día, 7 días a la semana por la eternidad.
Reflexiona:
¿Alguna vez han evaluado su casa? Pídale a un amigo de confianza o a un ser querido que le dé un evalúo de la casa donde vive el Espíritu Santo: ¡usted! ¿Hay áreas que necesitan reparación, restauración o demolición?:
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