“Y dijo Moisés a Faraón: Dígnate indicarme cuándo debo orar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y que solamente queden en el río. Y él dijo: Mañana. Y Moisés respondió: Se hará conforme a tu palabra, para que conozcas que no hay como Jehová nuestro Dios. “Éxodo 8:9-10
Egipto fue invadida por ranas por causa de la dureza del Faraón, quien no quería dejar que el pueblo de Dios fuera libre de la esclavitud. Dios a través de Moisés ofrece quitar esta plaga, pero asombrosamente el Faraón responde: “Mañana”.
Sorprende la decisión que él tomó, creo que nosotros no soportaríamos esa plaga y haríamos lo que fuere para quitarla de inmediato. Aunque en ese caso reaccionaríamos así, llamativamente en otras áreas de nuestra vida, reaccionamos igual que el Faraón: embarrados en el pecado, hundidos en nuestros errores y Dios nos da la oportunidad para salir y restaurar nuestras vidas, pero nuestra respuesta es “Mañana”.
Muchas veces, nos sentimos desbordados por las ocupaciones diarias, o problemas económicos, desilusiones, peleas, rencores, etc. Todo esto nos tiene tan ocupados que demoramos el pedir socorro a Dios. De tal manera, también postergamos las bendiciones, misericordias y maravillas que El nos ofrece, ¿y esto para que? para continuar un día más en nuestro mundo vacio y sin esperanza.
Si hasta ahora no aceptaste que Dios se haga cargo y gobierne tu vida, ahora es el tiempo, no lo pospongas para mañana, no permitas que las plagas sigan en tu entorno, Dios te da la oportunidad de salir en este momento de esa situación.
Estas tan solo a una oración de cambiar tu presente, no esperes hasta mañana, tal vez sea tarde.
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