He vivido lo suficiente para contarle lo que la culpa puede hacer a un ser humano, he visto como puede llevar a una profunda depresión, he experimentado como desgasta y agobia la mente con la famosa frase: "Sí hubiera... " No importa cuántas veces se repita una y otra vez en mi mente, es imposible que cambie el pasado.
La culpa puede convertirse en una poderosa arma del enemigo que destruye nuestro ser interior hasta llevarlo a la desesperanza.
Dios quiere liberarnos de esta pesada carga, El está diciendo: Quiero perdonarte, quiero limpiarte... si nos volvemos a El con un corazón arrepentido, El ha prometido que arrojará nuestros pecados a lo más profundo del mar y no se acordará más de ellos.
Así como he experimentado la culpa, ahora experimento la libertad en Cristo y quiero que usted también pueda experimentarla, Si su corazón está arrepentido y ha confesado delante de Dios su pecado, reciba el inefable amor y perdón de Dios en su corazón, puedo asegurarle que experimentará gozo y paz.
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