Los valores del presente, en realidad son antivalores, que se aceptan en la sociedad, y que las familias cristianas están adoptando. Hoy tenemos retos que otras generaciones no tuvieron. Tenemos condiciones que no se habían enfrentado antes. Condiciones que no existían en otro tiempo y que nos están llevando a situaciones contrarias a lo que la Palabra de Dios dice.
La segregación. Todo está segmentado, todo está especializado. Los canales de televisión apuntan a cierto tipo de público. Hay canales para niños, para adolescentes, para jóvenes, para mujeres, para hombres, para ancianos, que dan información de acuerdo al segmento de la sociedad que se quiere alcanzar.
Esta mentalidad está ingresando a la familia. Los niños deben convivir con sus padres y abuelos. Nuestros padres jugaban con nosotros, éramos parte de la fiesta, éramos parte del mismo evento. Antes, la celebración era para toda la familia. Ahora no es así. Necesitamos romper ese patrón donde todo está por segmentos, porque queda dañada la vida familiar. Necesitamos crear e impulsar dinámicas, que haga que los niños se involucren con las personas de diferentes edades, dentro y fuera de la familia. Visitar a los abuelos, hacer galletas, cocinar juntos, involucrar a los niños en actividades normales de la familia, como miembros de la familia que son.
Los niños sedentarios. Cuando éramos niños y aún jóvenes; no existían niños sedentarios, niños que no hacían nada y que se la pasaban sentados jugando solos. Eso no existía. Hoy los niños practican muy poco los juegos físicos. Por las condiciones de donde vivimos, los niños no salen a la calle, no practican casi deporte, poco juegan entre niños del barrio. Los entretenimientos de los niños de hoy, es con los dedos en su celular, tableta o computadora. Ejercitan los dedos pero no mueven las piernas, no hacen ejercicio ni deporte alguno. Necesitamos romper ese patrón; estamos creando una generación sedentaria. Es la primera generación de niños que crece sedentaria, sin ejercicio, aislados, haciendo una actividad ellos solos. Dios nos hizo seres sociales y puso la familia como el ambiente donde debemos vivir y compartir.
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