Se habla mucho de libertad hoy en día, sobre todo a través de los medios de comunicación, pero ¿qué es la libertad?
Muchas personas creen que la libertad es poder hacer lo que uno desee, sin restricción alguna, sea bueno o sea malo. Otras piensan que la libertad viene a través del dinero, o de seguir las modas de este mundo.
A veces, de hecho, da la sensación de que los cristianos son un grupo de reprimidos, confinados bajo una serie de normas, mientras que las personas del mundo disfrutan haciendo lo que quieren. Esa es la imagen que el enemigo trata de pintar en esta sociedad, pero es totalmente engañosa. Como dice la Biblia, estas personas “prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció...” (2 Pedro 2:19).
Jesús dice de sí mismo: “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:36). El enemigo siempre ha tratado de esclavizarnos y de poner todo tipo de cadenas en nosotros a través del pecado, ¡pero es tiempo de que todas esas cadenas sean rotas en nuestras vida, Él Señor Jesús ha pagado con Su sangre para que Tú puedas ser libre de todas las opresiones del enemigo, y vivir en una perfecta libertad.
Tal vez no tienes tus manos y pies atadas a una cadena sin poder tener ningún movimiento o derecho de salir, pero la esclavitud se manifiesta aún más en los espiritual, como puede ser esa adicción que llevas cargando por muchos años, ese rencor o falta de perdón que no te deja sentirte en paz, esa angustia o temor, esa enfermedad que llevas por mucho tiempo luchando. El amor al dinero no deja disfrutar lo que tiene o los afanes que nunca te dejas sentirte satisfecho porque crees que si no logras eso que esperas no será nunca feliz, ese enojo o ira que te domina fácilmente, ese modelo tan inalcanzable que el mundo a trazado para que nos sintamos mal con nosotros mismo, diciéndonos que si no seguimos ese estándar de belleza o riqueza nunca seremos seres valiosos y así tantas cosas que se pueden manifestar como esclavitud espiritual y emocional es donde el enemigo quiere tenernos para tenernos engañados y evitar que conozcamos al Único Libertador, al gran YO SOY... nuestro Señor JESÚS, El lo dio todo para que tu y yo seamos verdaderamente LIBRES. No dejes que los estándares de este mundo te dominen, al contrario, permite que Él Señor Jesús te muestre ese camino de Libertad y Salvación.
Vamos a orar: “Señor, gracias por la libertad tan preciosa que nos das, y porque en Ti somos más que vencedores. Ayúdame a escuchar Tu voz a través de estos mensajes y a poder ser totalmente libre de toda atadura en mi vida. Gracias por todo lo que estás ya haciendo en mi vida, y por lo que vas a hacer en estos días. En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”.
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