top of page
Buscar
Foto del escritorGabriela Lizeth Figueroa

El Pecado, Una Barrera



“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”

(Romanos 6:23)


Muchas veces las personas no quieren entender lo que realmente es el pecado. Algunas personas llaman al pecado, religión en lugar de idolatría; otros lo llaman diversión o fiesta en lugar de borracheras; algunos más dicen preferencias sexuales en lugar de homosexualidad o "experimentar con mi cuerpo" en lugar de fornicación o adulterio; las personas siempre llaman al pecado de otra manera para poder sentir que lo que hacen no es malo.


Para Dios, el pecado es pecado y ningún hombre en el mundo podrá cambiarlo. La Biblia claramente dice: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!” (Isaías 5:20).


Cuando hablamos del pecado, lo primero que las personas dicen es: “eso es algo normal”, “todos lo hacen”, “tengo que disfrutar de la vida”. El mundo quiere hacerte creer que es normal hacer lo malo, pero ¿realmente es lo que quiere Dios? Si Dios nos dice que no hagamos algo, es porque conoce cuales son las consecuencias por ese acto.


El Pecado trae separación

 “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12). Todo pecado, sea chico o grande (según los hombres) la consecuencia es la muerte. Muerte significa separación, por lo tanto cuando pecamos se crea una barrera invisible que produce dicha separación. Dios no desea esa separación entre él y el hombre, Dios por eso envió al Señor Jesús para resolver ese problema del pecado y regalarnos perdón y vida eterna, para llegar a tener una verdadera relación con Dios.


Reconocer es un buen paso, pero no basta con reconocer que hemos pecado, debemos confesarlo a Dios, la segunda parte de Proverbios 28:13 dice: “mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”. La confesión es muy importante, “Si confesamos nuestros pecados, él (Dios) es fiel y justo para perdonar nuestro pecados, y limpiarlos de toda maldad” (1 Juan 1:9).

Y después de confesar tu pecado dice: SE APARTA, muchas personas ignoran esa parte esencial, apartarse es alejarnos definitivamente de aquello que es tentación, que no te deja avanzar, que no permite que te acerques al Señor Jesús. Todo comienza con una decisión.

151 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comentários


Post: Blog2_Post
bottom of page