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Foto del escritorGabriela Lizeth Figueroa

DOS OCÉANOS SIN MEZCLARSE



 ¿Has escuchado sobre el Golfo de Alaska?


En el Golfo de Alaska se juntan dos grandes cuerpos de agua, el Mar de Bering y el Océano Atlántico; a primera vista, estos dos gigantes, se juntan, pero no se mezclan. La línea invisible que los separa, hace evidente la variación del tono del color del agua, el mar de un azul claro y el océano de un azul más intenso.


El fenómeno se debe a que el Mar de Bering contiene el agua costera del Golfo, agua salina, de una densidad más ligera y por eso su azul es más claro; mientras que el Océano, en ese punto, es rico en minerales y sedimentos, haciendo el agua más pesada y por eso toma un tono azul más profundo. Aunque parecieran nunca mezclarse, con el pasar del tiempo, sí, llegan a unirse.


Las malas compañías sí ejercen una influencia negativa, además, los valores terrenales son pasajeros, no conducen a la santidad; así que también, marca tu posición frente a las falsas enseñanzas y presentaciones de un evangelio aligerado que hace que muchos se aparten del Evangelio verdadero.




La Biblia dice: “¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” (Santiago 4:4)


El mundo es el lugar donde los seguidores de Jesús debemos continuar desarrollando Su obra y nuestras vidas; no fue el deseo del Señor, sacarnos del mundo, aunque eso hubiera sido perfectamente posible para Él; más bien, es Su deseo que mientras permanezcas aquí, haya una perfecta unidad entre Él y tú, para poder seguir Su ejemplo: amar al pecador, más no al pecado.


La expectativa de Dios es que tú ejerzas influencia en el mundo, sin permitir que el mundo te influencie a ti; porque si no estuvieran presentes quienes aman a Cristo, el mundo se quedaría sin acceder al perdón y a la salvación que sólo Jesús puede dar.


¡Cómo son de pegajosos los dichos, los modismos, y “algunas palabritas” del mundo! pero a pesar de eso, tú debes ser radical, para que se vea claramente la delgada línea que te separa, que te diferencia, del color del mundo; no malgastes tu vida en cosas temporales, ¡vive con perspectiva eterna!



Por otra parte, los cristianos genuinos oran y cumplen la gran comisión, la oración es la herramienta más poderosa que está en tus manos para rescatar a quienes están sumergidos en el océano del mundo.


Claro que puedes juntarte por tiempos determinados y en lugares adecuados para compartir con otros tu amor por Jesús, pero, cuando busques establecer amistades, elige cualidades como, el carácter firme, la lealtad, la honestidad, la sinceridad, la capacidad para enseñarte y animarte a crecer y profundizar en tu relación con Jesús.

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