Tomemos unos minutos para meditar en nuestras decisiones Morales, en este mismo momento que lees este devocional hay muchísimas personas que están tomando decisiones Morales, o sea, decidiendo entre lo correcto o lo incorrecto, siempre habrá una moralmente correcta y una moralmente incorrecta, como por ejemplo: Cometer adulterio en el pensamiento es una decisión moral, no informar a un cliente de un recargo es una decisión moral y llevarse cosas de la oficina para uso personal sin permiso es una decisión moral.
Hay una parte dentro de nosotros que es necia por naturaleza, opuesta a la enseñanza y la sabiduría divina, pero también hay otra que por naturaleza divina siempre esta inclinada a lo santo, y es en ese ser de nosotros, donde encontramos el desafío.
Una de las causas más poderosas de decisiones moralmente correctas es el Temor a Dios y el deseo de vivir en integridad, sabiendo que aunque nadie te ve sientes el deber de hacer lo correcto, entendiendo que Dios lo ve todo y de todo seremos juzgados, cuando vivimos en el Temor a Dios, hacemos las cosas no por nuestra propia voluntad, sino por cumplir la voluntad de Dios la cual siempre nos motiva a hablar y hacer lo correcto.
Un reconocido hombre de influencia dijo: "si dices la verdad no tienes que acordarte de nada" Salomón inspirado por Dios en Proverbios 26:24-26 PDT dice: "Con sus palabras el perverso trata de disimular su odio, pero en su interior planea maldades. Lo que dice parece correcto, pero su corazón está lleno de malos pensamientos. Aunque trate de esconder sus malas intenciones, al final todos se darán cuenta de su maldad."
Las desiciones morales son esas pequeñas decisiones que debes tomar día a día por muy insignificante que parezcan, si practicas y te esfuerzas por hacer lo correcto notaras una gran diferencia en tu vida. Piensa, debemos aprender a ejercitar la mente y el corazón, para recibir la Palabra de Dios y para guardarla dentro de nosotros, para mantenernos meditando en ella, y ser renovados en el entendimiento.
Sera el temor de Dios el que ponga los limites en nuestro actuar, en nuestras decisiones, según lo ejercitemos en nuestra mente conforme lo que aprendemos de su Palabra y la forma en que practicamos sus mandamientos.
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