¿Has oído hablar de Jaden Hayes? Es un niño pequeño que tuvo un comienzo de vida difícil. Su padre murió cuando tenía 4 años. Apenas 2 años después de este trágico acontecimiento, descubrió un día por la mañana el cuerpo de su madre, quien falleció por la noche mientras dormía. Todo el mundo estaba apesadumbrado por él, y miraban a Jaden con tristeza.
Jaden, cansado de ver tantas personas con caras tristes alrededor de él, buscó un remedio para que volviesen a ser felices. Pensó que quizá si sonreía a la gente a su alrededor, estos harían lo mismo. Jaden y su tía, que vivían en la ciudad de Savannah en los Estados Unidos, empezaron a acercarse a las personas con aspecto triste que encontraban por la calle. El pequeño les sonreía, y a veces hasta les ofrecía uno de sus juguetes.
Los medios de comunicación se hicieron eco de esta noticia, y la gente empezó a enviar fotos de sus propias sonrisas a Jaden, así como regalos. Incluso un movimiento nació a raíz de esta iniciativa.
Uno puede preguntarse: ¿Cómo un niño pequeño que ha perdido tanto puede a su vez dar tanto a los demás?
Debido a circunstancias dolorosas de la vida, muchas personas se sumergen totalmente en la tristeza y el aislamiento. Sin embargo, creo que Dios te puede mostrar un camino diferente, como hizo con Jaden. Él te puede ayudar a atravesar la prueba con la cabeza bien alta con Su gracia, y transformar tu dolor en gozo, como dice en la Biblia: “Cambiaré su lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor” (Jeremías 31:13).
¿Quieres orar conmigo? “Señor, Tú ves la situación en la que me encuentro, lo que he perdido, lo que me ha sido quitado. Es una situación difícil, pero creo que Tú has previsto una salida para mí. Enséñame cómo actuar, y transforma mi pena en alegría. Que pueda convertirme en una fuente de ánimo y bendición para los demás. En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”
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