Dios tiene muchas promesas en Su Palabra, pero no siempre es tan fácil apoyarse en ellas. Allí es donde entra la fe. El autor de la epístola a los hebreos nos da esta definición conocida sobre la fe en el capítulo 11: «Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve».
En la Biblia, en Marcos 9:17 nos cuenta la historia de un padre cuyo hijo estaba gravemente enfermo debido a un mal espíritu que le atormentaba, nadie hasta ese momento le había podido ayudarle, así este padre recurre al Señor Jesús quien pasaba por allí y le pide ayuda.. en ese momento el padre del muchacho fue confrontado con la decisión de aceptar el desafío de tener fe o perder a su hijo, él inmediatamente declaró, «¡Creo!» A veces no hay nada que hacer más que creer; y el creer nos debe de llevar a actuar en fe. Cuando estamos desesperados, no nos queda otra opción.
De la desesperación, la mujer cananea le rogó a Jesús que libertara a su hija (Mateo 5).
De la desesperación, dos ciegos clamaron fuertemente para obtener la atención de Jesús a pesar de que se les dijo que guardaran silencio (Mateo 20).
De su desesperación, una mujer enferma se abrió paso en una multitud para modo de tocar el manto de Jesús (Marcos 5).
Estas historias no solo son historias de fe. Estas son historias de fe en acción de la desesperación. Cuando sienta que su fe va decayendo, ábrase paso y toque a Jesús. No se quede callado, resuelva esa situación al proclamar que se hará tal y como Dios lo ha dicho.
Comments